En algún lugar de un libro se esconde la semilla que da vida a los sueños. Las palabras fluyen como ríos de ideas que buscan el mar del entendimiento. Entre líneas y párrafos, el pensamiento se despliega, ofreciendo al mundo un destello de creatividad. Cada frase es un paso en el viaje del conocimiento, donde cada palabra es un mundo por descubrir.
Así, en el tejido de la narrativa, encontramos el eco de nuestras propias historias, resonando en la eternidad del texto. La literatura, puente entre almas, nos convoca a explorar universos ocultos, invitándonos a soñar más allá de los confines de nuestra realidad. Y en este viaje, el autor se convierte en guía, el libro en camino, y el lector, finalmente, en el verdadero protagonista de una aventura sin fin.
